LECTURAS Y
REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE DIOS DE TODOS LOS DÍAS

Reflexión del Evangelio Domingo de Resurrección
abril 20
✨ Evangelio según san Juan 20,1-9
«Vio y creyó»
📚 Análisis bíblico-teológico
1. “El primer día de la semana…”
La narración comienza con una indicación temporal clave: el primer día de la semana, que para nosotros es el domingo. Este día, que para los judíos era solo el día después del sábado, se convierte desde ahora en el Día del Señor (Dies Domini), el día de la nueva creación. El evangelista quiere que entendamos que con la Resurrección de Cristo, comienza un nuevo tiempo para la humanidad.
2. “Cuando todavía estaba oscuro…”
Juan utiliza con intención la simbología de la luz y la oscuridad. María Magdalena se acerca al sepulcro en la oscuridad, tanto física como espiritualmente. No ha comprendido aún el misterio pascual. Es una imagen de la fe que busca entre sombras. Sin embargo, pronto será iluminada por la verdad del Resucitado.
3. María Magdalena: la buscadora incansable
María representa a todos los que aman profundamente a Jesús y que, aun en la confusión o el dolor, lo siguen buscando. Ella no encuentra el cuerpo y supone un robo. No comprende todavía que el sepulcro vacío no es ausencia, sino signo de una presencia transformada.
4. Pedro y el discípulo amado: dos maneras de acercarse a la fe
El detalle de que el discípulo amado corre más rápido, pero espera a Pedro antes de entrar, es muy significativo. Pedro representa la autoridad eclesial; el discípulo amado, el amor. La Iglesia necesita de ambos: amor y autoridad, carisma y estructura. El discípulo amado ve primero, pero respeta el papel de Pedro.
5. “Vio y creyó”
El verbo «ver» (eiden, en griego) aquí implica un ver que lleva al discernimiento interior. No basta con mirar: hay que comprender desde la fe. El discípulo no ve a Jesús resucitado físicamente, pero cree por los signos: los lienzos, el sudario, el sepulcro vacío. Esta es la gran enseñanza para los creyentes de todos los tiempos: creer sin ver (cf. Jn 20,29).
6. “No habían entendido la Escritura”
El texto señala que, aunque ya han visto, aún no comprenden plenamente. La fe pascual no se basa solo en la experiencia, sino también en la Palabra. La Escritura es necesaria para interpretar correctamente los signos de Dios. La fe cristiana es una fe encarnada en la historia y en la revelación.
🙏 Reflexión espiritual y pastoral
La tumba vacía nos confronta hoy con una pregunta decisiva:
¿Qué significa para mí que Jesús haya resucitado?
Para algunos, el sepulcro vacío puede parecer solo un signo de ausencia. Como María Magdalena, pueden pensar que “se han llevado al Señor”. Sin embargo, para el discípulo amado —figura del creyente auténtico—, el sepulcro vacío no es el final, sino el comienzo de la fe viva.
La Resurrección no es solo una doctrina o un hecho del pasado, sino una realidad viva y actual. Es la certeza de que la muerte no tiene la última palabra. De que nuestros sepulcros —de miedo, de desesperanza, de pecado— pueden ser abiertos por Dios.
El texto también nos invita a correr como el discípulo amado. ¿Corremos nosotros hacia el Señor? ¿Anhelamos encontrarlo con el mismo fervor? La Pascua es una invitación a reavivar nuestra pasión por Cristo.
Y, sobre todo, esta Pascua nos recuerda que la fe verdadera no necesita ver para creer, pero sabe reconocer los signos que Dios deja en el camino: un sepulcro vacío, una Palabra viva, una comunidad reunida, una paz que no se explica.
🕊️ Palabras para la vida:
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«Vio y creyó»: ¿Qué signos de resurrección veo en mi vida?
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«Corrieron al sepulcro»: ¿Sigo corriendo hacia Jesús o me he detenido en mi camino de fe?
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«Aún no habían entendido»: ¿Estoy dejando que la Palabra me ilumine más cada día?