Hoy se conmemora la traslación del cuerpo de San Vicente de Paúl. Oculto desde el comienzo de la Revolución Francesa, fue llevado desde la catedral de Nuestra Señora de París hasta la nueva Iglesia de los Misioneros de la Congregación de la Misión.
Traslación que tuvo lugar el 25 de abril de 1830, gracias al auspicio del arzobispo Jacinto Luís de Quelen. Siendo un universal reconocimiento del amor hacia los pobres que Dios puso en el corazón de San Vicente de Paúl. Precisamente, entre la muchedumbre que lo acompañaba, se destacaba la presencia abundante de huérfanos y de toda clase de pobres.
Himno
Dichosos los que oísteis la llamada al pleno seguimiento del Maestro, dichosos cuando puso su mirada y os quiso para amigo y compañero. Dichosos si abrazasteis la pobreza para llenar de Dios vuestras alforjas, para servirle a él con fortaleza, con gozo y con amor a todas horas. Dichosos mensajeros de verdades, marchando por caminos de la tierra, predicando bondad contra maldades, pregonando la paz contra las guerras. Dichosos, del perdón dispensadores, dichosos, de los tristes el consuelo, dichosos, de los hombres servidores, dichosos, herederos de los cielos. Amén.
LECTURA BREVE
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed agradecidos.
RESPONSORIO BREVE
R/ Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor *Aleluya, Aleluya.
V/ Alabad al Señor, fieles y humildes de corazón *Aleluya, Aleluya. Gloria. Sacerdotes del Señor.
Benedictus, ant. Amigo de los pobres, consuelo de los que sufren, san Vicente nos revela el corazón de Dios. Aleluya.
PRECES
Queridos hermanos, Dios Padre ha enviado a Jesucristo para evangelizar a los más pobres. Bendigámoslo diciendo: Guía y guarda nuestros pasos en tu luz, Señor.
Tú que has manifestado en Cristo tu misericordia y tu amor,
– no permitas que tu Iglesia descuide la misión de tu Hijo.
Haz que colaboremos siempre contigo para mostrarle al mundo la fuerza de tu Espíritu,
— y así nuestro mundo vaya creciendo en justicia, en caridad y en paz.
Ilumina, Señor, nuestras vidas con tu Luz
— para que podamos ser sal de la tierra y luz del mundo.
Concédenos ser fieles a nuestra vocación para anunciar tu Evangelio, de palabra y de obra, a los más pobres y afligidos,
– y así imitemos a Cristo Evangelizador y Buen Samaritano.
Perdónanos por haber ignorado la presencia de Cristo en los más pobres y abandonados,
– y no haberlos servido en la persona de nuestros hermanos.
Padre Nuestro.
Oración
Oh Dios, que le has dado a san Vicente de Paúl un corazón lleno de misericordia para sobrellevar tanta miseria humana, concédenos a los que celebramos hoy el recuerdo de la traslación de sus restos mortales, hacer nuestra aquella caridad que el Espíritu Santo encendió en su corazón, y consagrarnos enteramente por tu amor al servicio de los más pobres. Por Jesucristo nuestro Señor.