Me complace presentar esta primera entrega de una serie de capítulos que vamos a presentar durante el mes de septiembre en honor a San Vicente de Paúl y con miras a la celebración del cuarto centenario, se trata de una serie de conferencias a las cuales se les ha sacado un canción inspirada íntegramente en frases tomadas de dicha conferencia. Pero aún hay más, presentamos el fragmento de la conferencia, la cita donde la pueden encontrar completa y la letra de la canción con su respectivo video.
1. Fragmento de la Conferencia del 21 de febrero de 1659 SOBRE LA BÚSQUEDA DEL REINO DE DIOS (XI A, pág. 440).
Los santos, padres, los santos quisieron atestiguar al cielo y a la tierra su perfecta confianza en el Señor mediante este apartamiento de las criaturas y de sus propias comodidades; para ello, abandonaron sus bienes, placeres, honores, su vida y sus almas. ¿Para qué? Para que él fuera su dueño, para que reinase absolutamente sobre ellos y dependiesen sólo de él en todas las cosas, en el tiempo y en la eternidad. ¡Qué gran abandono! ¡Qué gran confianza! Pero el santo de los santos, que les desbrozó el camino, ¿hasta dónde no llevó la práctica de estas cosas que acabo de deciros? (He de abreviar, que los minutos corren) Bien, el Hijo de Dios declara de sí mismo que no busca su gloria, sino la del Padre. Todo lo que hace y lo que dice es para glorificarle, sin reservar para sí más que la desnudez, el sufrimiento y la ignominia. Hermoso ejemplo, hermanos míos, por el que Jesucristo nos obliga mansamente a entrar en sus inclinaciones, afectos, prácticas y consejos. (XI A, pág. 440).
2. Video canción
3. Letra
Verso 1:
Los santos, padres, los santos,
atestiguan al cielo y la tierra,
su confianza en el Señor,
apartados de las criaturas.
Coro:
¡Qué gran abandono, qué gran confianza!
Dejaron todo por su amor,
para que Él fuera su dueño,
y reinase en su corazón.
Verso 2:
Abandonaron sus bienes,
placeres y honores,
su vida y sus almas,
para depender sólo de Él.
Coro:
¡Qué gran abandono, qué gran confianza!
Dejaron todo por su amor,
para que Él fuera su dueño,
y reinase en su corazón.
Puente:
El Hijo de Dios nos mostró,
con su vida y su pasión,
que no busca su gloria,
sino la del Padre en su misión.
Coro:
¡Qué gran abandono, qué gran confianza!
Dejaron todo por su amor,
para que Él fuera su dueño,
y reinase en su corazón.
Final:
Hermoso ejemplo, hermanos,
sigamos su camino,
confiando en el Señor,
y glorificando su divino.
Seguir a Jesucristo tras las huellas que nos dejó San Vicente