París, Francia – En un evento histórico y significativo, el Padre Tomaz Mavric, Superior General de los Vicentinos, hizo entrega de una carta original escrita por Santa Luisa de Marillac hace 400 años. La misiva relata su experiencia mística vivida durante la festividad de Pentecostés, y fue entregada a la Madre General de las Hijas de la Caridad en París.
La ceremonia, que tuvo lugar en la sede de las Hijas de la Caridad, marcó el inicio del Año Jubilar dedicado a la iluminación de Pentecostés de Santa Luisa de Marillac. El acto fue presenciado por numerosos miembros de las Hijas de la Caridad y la Congregación de la Misión, así como por fieles y devotos de la santa.
La carta original, que ha sido preservada durante siglos, es considerada un tesoro invaluable para la Iglesia y para los seguidores de Santa Luisa de Marillac. En ella, la santa relata su experiencia mística en Pentecostés, un momento en el cual se sintió profundamente iluminada y guiada por el Espíritu Santo.
Durante su discurso, el Padre Tomaz Mavric resaltó la importancia de la carta como un testimonio vivo de la vida espiritual de Santa Luisa de Marillac y su dedicación a los más necesitados. Destacó la relevancia de esta experiencia mística en la vida de la santa y cómo influyó en su misión de servicio a los pobres y enfermos.
La Madre General de las Hijas de la Caridad, emocionada y agradecida, recibió la carta con reverencia y destacó la importancia de este gesto como un recordatorio del compromiso de la orden con la caridad y la ayuda a los más desfavorecidos.
El evento marcó el inicio del Año Jubilar, un período de celebración y reflexión en torno a la vida y legado de Santa Luisa de Marillac. Durante este año especial, se llevarán a cabo diversas actividades, peregrinaciones y encuentros en honor a la santa, con el objetivo de profundizar en su espiritualidad y difundir su mensaje de amor y servicio.
El Año Jubilar por la iluminación de Pentecostés de Santa Luisa de Marillac promete ser un momento significativo para la familia vicentina y para todos aquellos que encuentran inspiración en la vida de esta santa. Se espera que la devolución de la carta original impulse un renovado fervor entre los seguidores de Santa Luisa y fortalezca su compromiso con los más necesitados.
Con este gesto, el Superior General de los Vicentinos ha dado un valioso regalo a la Madre General de las Hijas de la Caridad y a toda la comunidad vicentina, reafirmando el legado de Santa Luisa de Marillac como una fuente de inspiración espiritual y un faro de esperanza en el mundo actual.