Autor: P. Julio César García H., CM
INTRODUCCIÓN
El Rosario fue llamado por el papa Pío XII «compendio de todo el Evangelio», así nos lo recordó el papa Pablo VI en la Carta Encíclica «Marialis Cultus» (42), y añade, «se ha iluminado más claramente la índole evangélica del rosario en cuanto saca del Evangelio el anunciado de los misterios» (44); además, «el Rosario considera los principales acontecimientos salvíficos» (46) y, «la repetición del Ave María constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplación de los misterios» (46). También Juan Pablo II nos lo acaba de recordar en la carta apostólica “Rosarium Virginis Mariae” (2). Esta relación del Rosario con el Evangelio, más su armonización con la Sagrada Liturgia (Cf. M.C. 47), es desde ya el objetivo de este trabajo. Recitar el Ave María contemplando los misterios bíblicos que la liturgia nos presenta cada día, pues, «la meditación de los misterios del Rosario… puede constituir una óptima preparación a la celebración de los mismos en la acción litúrgica y convertirse después en un eco prolongado» (M.C. 48).
La «Marialis Cultus» (49) nos dice que los misterios de salvación están divididos en tres ciclos: el gozo de los tiempos mesiánicos (en la Liturgia corresponde a los tiempos de Adviento y Navidad), el dolor salvífico de Cristo (corresponde al tiempo de Cuaresma), y la gloria del resucitado que inunda la Iglesia (correspondería al tiempo de Pascua). El papa San Juan Pablo II añadió los misterios de luz, que son la meditación en algunos momentos de la vida pública de Jesús (correspondería al tiempo Ordinario). En la siguiente obra presento la oportunidad de reflexionar en la insondable riqueza de los textos bíblicos en cada uno de los tiempos litúrgicos acompañados de María Santísima, Madre de Cristo y Madre nuestra. Nuestra Señora del Rosario acompañe con su protección maternal a quienes recitan diariamente la oración evangélica del Rosario, ya sea a nivel personal, ya sea comunitariamente. Que Ella nos acerque más a Cristo, para que más le conozcamos, le amemos y le sirvamos. Terminemos esta introducción con Juan Pablo II: “TOMAD CON CONFIANZA ENTRE LAS MANOS EL ROSARIO, DESCUBRIÉNDOLO DE NUEVO A LA LUZ DE LA ESCRITURA, EN ARMONÍA CON LA LITURGIA Y EN EL CONTEXTO DE LA VIDA COTIDIANA” RVM (43).
METODOLOGÍA A SEGUIR
1. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
2. Yo pecador me confieso…
3. ORACIÓN INICIAL: Oh Dios Padre Todopoderoso, que nos reúnes hoy para celebrar este Santo Rosario, haz que unidos a María Santísima y con su intercesión, podamos meditar Tu Palabra, esa misma que la Liturgia nos presenta, para que crezcamos en el amor a Jesucristo, tu Hijo, y aumente nuestra caridad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
4. Se busca el día correspondiente, según el calendario litúrgico (Ordo).
5. Se entona la antífona bíblica correspondiente y se deja un pequeño espacio de reflexión individual. Se entona el Padrenuestro y las avemarías. Se concluye con el Gloria.
6. Finalizadas las cinco decenas del Santo Rosario, se entona la Salve o el Magníficat, según se crea conveniente.
7. Se entona la jaculatoria: OH MARIA SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS.
8. ORACIÓN FINAL: Oh Dios, cuyo unigénito Hijo con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó el premio de la vida eterna, danos a los que con fe meditamos tu Palabra en este santísimo rosario, que imitemos las virtudes que contienen y logremos los premios que prometen. Por el mismo Cristo, Nuestro Señor. Amén.
TIEMPO DE CUARESMA O MISTERIOS DOLOROSOS
La Cuaresma significa penetrar profundamente en el misterio de Cristo: su gracia y su salvación, la conversión, la fe, el bautismo, la oración, la caridad, el ayuno y la penitencia.
MIÉRCOLES DE CENIZA: Mt 6,1-6.16.18
La ceniza expresa el deseo de conversión ante la llamada de Dios. La lectura evangélica nos invita a realizar con autenticidad las obras penitenciales de la Cuaresma: oración constante, caridad ferviente y ayuno sincero.
1. Conviértanse a mí de todo corazón, rasguen los corazones, no las vestiduras, dice el Señor.
2. Exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, que ahora es el tiempo de la gracia, es el día de salvación.
3. Tú cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha.
4. Tú cuando vayas a rezar entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, él que ve en lo escondido te lo pagará.
5. Tú cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lava tu cara, para que el ayuno lo note no la gente sino tu Padre celestial.
JUEVES DESPUÉS DE CENIZA: Lc 9,22-25
1. Jesús dijo: el Hijo del Hombre tiene que padecer mucho y ser desechado por los sumos sacerdotes, ancianos y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día.
2. El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo.
3. El que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará.
4. De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?
5. Esto dice el Señor: si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus mandatos, vivirás y crecerás. El Señor te bendecirá.
VIERNES DESPUÉS DE CENIZA: Is 58,1-9
1. Esto dice el Señor: denuncia a mi pueblo sus delitos y pecados.
2. Miren: el día de ayuno buscan su propio interés y oprimen a sus servidores.
3. Ayunan entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad.
4. El ayuno que yo quiero es este, dice el Señor: abrir las prisiones injustas, dejar libres a los oprimidos, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no cerrarte a tu propia carne.
5. Entonces clamarás al Señor y te responderá y te dirá: aquí estoy. Porque yo el Señor tu Dios soy misericordioso.
SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA: Lc 5,27-32
1. Jesús vio a un recaudador de impuestos, llamado Leví, sentado al mostrador y le dijo: sígueme.
2. Leví, dejándolo todo se levantó y lo siguió.
3. Leví ofreció en su honor un gran banquete, había un gran número de recaudadores.
4. Jesús exclamó: no necesitan médico los sanos sino los enfermos.
5. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.
3.1. PRIMERA SEMANA DE CUARESMA
El Evangelio es de acento cristológico. En efecto, Cristo, el Siervo, atraviesa el Desierto conducido por el Espíritu Santo. Es el llamado “Domingo de las tentaciones”, ante las cuales hay siempre una respuesta bíblica que las derrota. Son las tentaciones comunes a todos los hombres, de todas las épocas.
DOMINGO I (Para todos los ciclos): Mt 4,1-11
1. Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo.
2. Jesús después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.
3. El Diablo le dijo: si eres Hijo de Dios di que estas piedras se conviertan en panes. Pero Jesús le contestó: no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
4. Le dijo el Diablo: si eres Hijo de Dios tírate abajo, porque está escrito: los ángeles cuidarán de ti, para que tu pie no tropiece en piedra alguna. Jesús dijo: también está escrito: no tentarás al Señor, tu Dios.
5. Por último le dijo el Diablo: todo esto te daré si te postras y me adoras. Jesús le dijo: vete, Satanás, porque está escrito: al Señor, tu Dios, adorarás, y a él sólo darás culto.
LUNES I: Mt 25,31-46
1. Dirá el Rey a los de su derecha: vengan, benditos de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
2. Tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber.
3. Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o sediento? Cada vez que lo hicieron con uno de mis humildes, conmigo lo hicieron.
4. Dice a los de su izquierda: apártense de mí malditos, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
5. Estuve enfermo, desnudo, en la cárcel y no me asistieron, pues cada vez que no lo hicieron con uno de mis humildes, tampoco conmigo lo hicieron.
MARTES I: Mt 6,7-15
1. Dijo Jesús a sus discípulos: oren así: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.
2. Venga a nosotros tu reino.
3. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
4. Danos hoy nuestro pan de cada día.
5. Perdónanos nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
MIÉRCOLES I: Lc 11,29-32
1. Jonás entró a Nínive pregonando que la ciudad sería arrasada en cuarenta días.
2. Los Ninivitas creyeron en Dios y proclamaron un ayuno.
3. Cuando vio Dios sus obras y cómo se convertían de su mala vida, tuvo piedad de su pueblo.
4. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para esta generación.
5. Los Ninivitas se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay uno que es más que Jonás (decía Jesús de sí mismo).
JUEVES I: Mt 7,7-12
1. Jesús dijo a sus discípulos: pidan y se les dará.
2. Quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
3. Si a alguno de ustedes le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?
4. Si Ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden?
5. Traten a los demás como quieren que ellos los traten.
VIERNES I: Mt 5,20-26
1. Jesús dijo a sus discípulos: si no son mejores que los escribas y fariseos no entrarán en el reino de los cielos.
2. Se dijo: no matarás. Yo les digo: todo el que esté peleado con su hermano será procesado.
3. Si cuando presentes tu ofrenda, recuerdas que tu hermano tiene quejas contra ti, deja tu ofrenda y vete primero a reconciliarte con tu hermano.
4. Procura arreglarte con el que te pone pleito, en seguida, mientras vas todavía de camino.
5. Arréglate con él, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado la última moneda.
SÁBADO I: Mt 5,43-48
1. Antes se dijo: amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Yo les digo: amen a sus enemigos.
2. Yo les digo: hagan el bien a los que los aborrecen y recen por los que los persiguen y calumnian.
3. Así serán de verdad hijos del Padre que está en los cielos, que hace salir el sol sobre malos y buenos.
4. Si aman sólo a los que los aman, ¿qué premio tendrán?
5. Sean perfectos como su Padre celestial es perfecto
3.2. SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA
También este Domingo es de acento cristológico. Jesús es confirmado como el enviado del Padre para cumplir la misión de salvación. Misión que ejerce practicando la misericordia y la compasión para con todos.
DOMINGO II (Para los tres ciclos): Mt 17,1-9
1. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos
2. Su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
3. Se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo: Señor, qué bueno es estar aquí. Si quieres haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
4. Todavía estaba hablando Pedro cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenle.
5. Los discípulos se llenaron de espanto. Jesús les dijo: levántense, no teman.
LUNES II: Lc 6,36-38
1. Dijo Jesús a sus discípulos: sean compasivos como su Padre celestial es compasivo.
2. No juzguen y no serán juzgados.
3. Perdonen y serán perdonados.
4. Den y se les dará.
5. La medida que usen, la usarán con Ustedes.
MARTES II: Mt 23,1-12
1. Jesús dijo a la gente y a sus discípulos: hagan y cumplan lo que digan los letrados y los fariseos, pero no hagan lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.
2. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
3. Todo lo que hacen es para que los vean la gente.
4. Ustedes no se dejen llamar maestro, porque uno solo es su maestro, y todos ustedes son hermanos.
5. El primero entre ustedes sea su servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
MIÉRCOLES II: Mt 20,17-28
1. Jesús dijo a los Doce: el Hijo del Hombre va a ser condenado a muerte, se burlarán de él, lo azotarán y lo crucificarán, y al tercer día resucitará.
2. La madre de los Zebedeos dijo a Jesús: ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
3. Jesús replicó: no saben lo que piden. ¿Son capaces de beber el cáliz que yo he de beber? Respondieron: lo somos. Les dijo: mi cáliz lo beberán, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde concederlo, es para quienes lo tiene reservado mi Padre.
4. Jesús les dijo a los discípulos: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor.
5. El Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino a dar su vida en rescate de muchos.
JUEVES II: Lc 16,19-31
1. Había un hombre rico que vestía lujosamente y comía espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico.
2. Se murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico y lo enterraron.
3. El rico que estaba en el infierno, pedía a Abrahán que dejara ir a Lázaro que le refrescara la lengua.
4. Abrahán le dijo: recuerda que en vida recibiste bienes y Lázaro a su vez males, por eso encuentra aquí consuelo, mientras tú padeces.
5. El rico insistió: deja que Lázaro vaya a mis hermanos y con su testimonio evite que ellos vengan a parar a este lugar. Respondió Abrahán: tienen a los profetas, que los escuchen a ellos.
VIERNES II: Mt 21,33-43.45-46
1. Jesús dijo esta parábola: había un hombre que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
2. Después de un tiempo, envió a sus criados para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.
3. Por último les envió a su hijo, pensando que lo respetarían, pero agarrándolo lo mataron.
4. Jesús les dice: se les quitará a ustedes el reino de los cielos y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.
5. Los sumos sacerdotes y fariseos comprendieron que hablaba de ellos. Y aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente que lo tenía por profeta.
SÁBADO II: Lc 15,1-3.11-32
1. Un hombre tenía dos hijos: el menor de ellos dijo a su padre: dame la parte de mi herencia. El padre les repartió los bienes.
2. El hijo menor despilfarró los bienes, viviendo perdidamente en un país lejano.
3. Cuando lo hubo gastado todo empezó a pasar necesidad, hasta que recapacitó y dijo: me pondré en camino, adonde está mi padre.
4. Le diré: padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.
5. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y echando a correr se le echó al cuello y se puso a besarlo.
3.3. TERCERA SEMANA DE CUARESMA
El acento de este domingo es eclesiológico y sacramental. El tema es el del agua viva. Sólo Cristo puede calmar definitivamente la sed de los hombres.
DOMINGO III (Para los tres ciclos): Jn 4, 5-42
1. Llegó Jesús a un pueblo de Samaría, cansado del camino. Llega una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dice: dame de beber.
2. La mujer le dice: ¿cómo tú siendo judío me pides de beber a mí que soy samaritana? Jesús le contesta: si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.
3. El que beba de esta agua vuelve a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed.
4. el agua que yo le daré se convertirá en él en surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.
5. La mujer le dice: Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga él nos lo dirá todo. Jesús le dice: soy yo, el que habla contigo.
LUNES III: Lc 4,24-30
1. Jesús dijo al pueblo de Nazaret en la sinagoga: les aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra.
2. En Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta en el territorio de Sidón.
3. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos de Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán el Sirio.
4. Al oír esto, todos en la Sinagoga se pusieron furiosos y levantándose lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte, en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.
5. Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.
MARTES III: Mt 18,21-35
1. Pedro le preguntó al Señor: si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contestó: no te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
2. El Señor puso esta comparación: un hombre le debía diez mil talentos a su señor y no tenía con qué pagarle. El empleado, de rodillas, le suplicaba que tuviera paciencia con él y le pagaría todo. El señor tuvo lástima y le perdonó la deuda.
3. Al salir el empleado aquél encontró a un compañero que le debía cien denarios y no tenía con qué pagarle. El compañero, de rodillas, le suplicaba que tuviera paciencia con él y le pagaría todo. Pero él se negó a perdonarle aquella deuda.
4. El señor le dijo: siervo malvado, toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero como yo la tuve contigo?
5. El señor lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con ustedes mi Padre del cielo si cada cual no perdona de corazón a su hermano.
MIÉRCOLES III: Mt 5,17-19
1. Dijo Jesús: No crean que he venido a abolir la Ley o los Profetas: no he venido a abolir sino a dar plenitud.
2. Les aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse la última letra o tilde de la ley.
3. El que se salte uno de los preceptos menos importantes y lo enseñe así a los hombres, será el menos importante en el reino de los cielos.
4. Quien cumpla y enseñe alguno de los preceptos menos importantes, será grande en el reino de los cielos.
5. Dijo Moisés al Pueblo: miren, yo les enseño unos preceptos y mandatos, como ordenó el Señor, mi Dios, para que obren según ellos.
JUEVES III: Lc 11,14-23
1. Jesús estaba echando un demonio que era mudo, y apenas salió el demonio habló el mudo.
2. La multitud se quedó admirada del milagro, pero algunos dijeron: si echa los demonios es por arte de Belcebú, el príncipe de los demonios. Otros le pedían un signo del cielo.
3. Jesús les dijo: todo reino en guerra civil va a la ruina. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino?
4. Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a ustedes.
5. El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama.
VIERNES III: Mc 12,28-34
1. Un letrado se acercó a Jesús y le preguntó: ¿qué mandamiento es el primero de todos?
2. Jesús le respondió: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
3. El segundo mandamiento es éste: amarás a tu prójimo como a ti mismo.
4. No hay mandamiento mayor que estos.
5. El letrado replicó: muy bien, Maestro, tienes razón al decir que amar al Señor y al prójimo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios.
SÁBADO III: Lc 18,9-14
1. Jesús dijo una parábola por algunos que creyéndose justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás.
2. Dos hombres subieron a orar: uno era fariseo y el otro publicano.
3. El fariseo oraba así: te doy gracias porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano.
4. El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador!
5. Les digo que el publicano bajó a su casa justificado y el fariseo no. Porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.
3.4. CUARTA SEMANA DE CUARESMA
El acento de este domingo es eclesiológico y sacramental. Cristo es la luz verdadera que alumbra a todo hombre y a todo el hombre. Sólo él puede acabar con nuestras oscuridades. Es más, él nos invita a ser luz (testimonio vivo) para los demás.
DOMINGO IV (Para los tres ciclos): Jn 9,1-41
1. Al pasar, vio Jesús a un hombre ciego de nacimiento. Escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se la untó en los ojos al ciego, y le dijo: ve a lavarte a la piscina de Siloé. Se lavó y volvió con vista.
2. Era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. Los fariseos decían: ese hombre no viene de Dios porque no guarda el sábado.
3. Los fariseos dijeron al ciego: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador. Contestó él: si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego, y ahora veo.
4. El ciego les dijo: jamás se oyó decir que alguien le abriera los ojos a un ciego de nacimiento; si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder.
5. Jesús le dice al ciego curado por él: ¿crees tú en el Hijo del Hombre? El contestó: ¿y quién es para que crea en él? Jesús le dijo: lo estás viendo. Le dijo: creo, Señor. Y se postró ante él.
LUNES IV: Jn 4,43-54
1. Jesús había hecho esta afirmación: un profeta no es estimado en su propia patria.
2. Cuando Jesús llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien.
3. Jesús fue a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
4. Un funcionario le pide a Jesús que fuera a curar a su hijo que estaba a punto de morir. Jesús le contesta: anda, tu hijo está curado.
5. El funcionario cayó en la cuenta que la hora en que fue curado su hijo, era la hora cuando Jesús le había dicho: tu hijo está curado.
MARTES IV: Jn 5,1-3.5-16
1. Junto a la piscina de Betesda había muchos enfermos que aguardaban el movimiento del agua. Estaba también un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
2. Jesús al verlo le dice: ¿quieres quedar sano? El enfermo le contestó: Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego ya otro se me ha adelantado.
3. Jesús le dice: levántate, toma tu camilla y echa a andar.
4. Al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
5. Jesús le dice: mira, has quedado sano, no peques más, no sea que te ocurra algo peor.
MIÉRCOLES IV: Jn 5,17-30
1. Los judíos tenían ganas de matar a Jesús, porque no sólo violaba el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.
2. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.
3. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
4. Quien escucha mi palabra y cree al que me envió, posee la vida eterna.
5. No les sorprenda: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de condena.
JUEVES IV: Jn 5,31-47
1. Dijo Jesús a los judíos: si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí y sé que es válido el testimonio que da de mí.
2. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron gozar un instante de su luz.
3. El testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan, pues las obras que yo hago dan testimonio de mí.
4. Estudian las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna: pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no quieren venir a mí para tener vida!
5. Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibieron.
VIERNES IV: Jn 7,1-2.25-30
1. Recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea, porque los Judíos trataban de matarlo.
2. Cuando los parientes de Jesús subieron a la fiesta, subió él también; pero no mostrándose, sino privadamente.
3. Jesús, mientras enseñaba en el Templo, exclamó: a mí me conocen y saben de dónde vengo. Pero Yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz.
4. Al que me envió ustedes no lo conocen; yo lo conozco porque procedo de él y él me ha enviado.
5. Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
SÁBADO IV: Jn 7,40-53
1. La gente comentaba de Jesús: Este es de verdad el profeta. Otros decían: Este es el Mesías.
2. Otros decían: ¿es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?
3. Los sumos sacerdotes y los fariseos preguntaron a los guardias del templo: ¿por qué no lo han traído? Dijeron: jamás ha hablado nadie así.
4. Los fariseos replicaron a los guardias del templo: ¿también ustedes se han dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él?
5. Los fariseos dijeron a Nicodemo: estudia y verás que de Galilea no salen profetas.
3.5. QUINTA SEMANA DE CUARESMA
Cristo es la Resurrección y la Vida. Él es el único que nos levanta de la muerte y nos da la vida eterna.
DOMINGO V (Para los tres ciclos): Jn 11,1-45
1. Las hermanas de Lázaro le mandaron recado a Jesús diciendo: Señor, tu amigo está enfermo. Jesús al oírlo dijo: esta enfermedad no acabará en muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
2. Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Jesús dice a sus discípulos: Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes de que no hayamos estado allí, para que crean.
3. Dijo Marta a Jesús: si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Jesús le dijo: tu hermano resucitará.
4. Jesús dice a Marta: yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá, y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.
5. Jesús gritó con voz potente: Lázaro, ven afuera. El muerto salió. Jesús les dijo: desátenlo y déjenlo andar. Y muchos judíos creyeron en él.
LUNES V: Jn 8,1-11
1. Los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio. Le dicen: la ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras: ¿tú qué dices?
2. Les dijo Jesús: el que esté sin pecado que le tire la primera piedra.
3. Al oírle, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último.
4. Jesús se incorporó y le preguntó a la mujer: ¿dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado? Ella contestó: ninguno, Señor.
5. Jesús le dijo: tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.
MARTES V: Jn 8,21-30
1. Dijo Jesús a los judíos: donde yo voy no pueden ir ustedes. Los judíos comentaban: ¿será que va a suicidarse?
2. Ustedes son de aquí abajo, yo soy de allá arriba. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo
3. Dice Jesús: si no creen que yo soy, morirán por sus pecados.
4. Cuando levanten al Hijo del Hombre sabrán que yo soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado.
5. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.
MIÉRCOLES V: Jn 8,31-42
1. Dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: si se mantienen en mi palabra, serán en verdad discípulos míos.
2. Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
3. Les aseguro que quien comete pecado es esclavo.
4. Si el Hijo los hace libres, serán realmente libres.
5. Si Dios fuera su Padre me amarían, porque yo salí de Dios y aquí estoy. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió.
JUEVES V: Jn 8, 51-59
1. Jesús dijo a los judíos: les aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre.
2. Los judíos le dijeron: ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también. ¿Eres tú más que nuestros padres? ¿por quién te tienes?
3. Jesús les dijo: si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre.
4. Abrahán saltaba de gozo pensando ver mi día: lo vio, y se llenó de alegría. Le dijeron: ¿no tienes cincuenta años, y has visto a Abrahán?
5. Les aseguro que antes que naciera Abrahán existo yo. Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.
VIERNES V: Jn 10,31-42
1. Los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó: les he hecho muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedrean?
2. Los judíos le contestaron: no te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios.
3. A quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿dicen ustedes que blasfema porque dice que es Hijo de Dios?
4. Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que comprendan y sepan que el Padre está en mí y yo en el Padre.
5. La gente comentaba: Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad.
SÁBADO V: Jn 11,45-56
1. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: ¿qué estamos haciendo? Este hombre hace muchos milagros.
2. Caifás les dijo: ustedes no entienden ni palabra; ¿no comprenden que conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera?
3. Caifás, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
4. Y aquel día decidieron darle muerte.
5. Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina, y pasaba allí con sus discípulos.