Y los pobres la llamaron… la Milagrosa amada
Por: P. Marlio Nasayò Lièvano, c.m. Provincia de Colombia
Los hijos e hijas de San Vicente de Paúl y de Santa Luisa de Marillac, como el ave fénix, estaban saliendo de las cenizas aún humeantes que había dejado la Revolución Francesa.