SAN VICENTE DE PAÚL
Sacerdote Fundador de la Congregación de la Misión y la Compañía de las Hijas de la Caridad.
Solemnidad
(Sólo para miembros de la Familia Vicentina o lugares donde San Vicente es el patrono, para los demás es Memoria Obligatoria)
Celebramos hoy la solemnidad de san Vicente de Paúl, apóstol de caridad. Nació el 24 de abril de 1581 en Pouy ( Francia). El 23 de septiembre de 1600 es ordenado sacerdote en Chateau-l Eveque. Inicia su ministerio en París y asume la capellanía doméstica de la familia de Gondi. Entregado totalmente al pobre, funda la Congregación de la misión para la Evangelización de los pobres y para la formación del clero. Con la ayuda de Santa Luisa de Marillac funda la compañía de las Hijas de la Caridad. Muere en París el 27 de septiembre de 1660. Lo beatificó Benedicto XIII el 23 de agosto de 1729, y lo canonizó Clemente XII el 16 de junio de 1737. León XIII lo proclamó patrón universal de las obras caritativas.
Antífona de entrada- Lc 4, 18
El espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres, para vendar los corazones desgarrados.
O bien: -Sal 131, 15-16
A los pobres de Sión saciaré de pan, vestiré a sus sacerdotes de gala, y sus fieles aclamarán con vítores.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA:
Señor, Dios nuestro, que para la evangelización de los pobres y la formación del clero, infundiste en tu bienaventurado sacerdote Vicente las virtudes apostólicas, haz, te rogamos, que los que seguimos el ejemplo de su vida sintamos de continuo la urgencia de la caridad para perpetuar la misión de tu hijo en el mundo. Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien:
Oh Dios, que para el servicio de los pobres y la formación de tus ministros infundiste en tu sacerdote san Vicente de Paúl el espíritu de los Apóstoles, haz que, animados por su ejemplo, amemos aquello que él amó y vivamos lo que él nos enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero de la paz!
Lectura del Profeta Isaías 52, 7-10
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: «Tu Dios es Rey»!
Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión.
Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén: el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Sal 95, 1-2a 2b-3, 7-8a: 10
R/ Contad sus maravillas a todas las naciones
V/ Cantad al Señor un cántico nuevo
cantad al Señor toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre.
V/ Proclamad día tras día su victoria,
contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
V/ Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor.
V/ Decid a los pueblos: “El Señor es rey,
Él afianzó el orbe, y no se moverá:
Él gobierna a los pueblos rectamente”
SEGUNDA LECTURA
Ha escogido la gente baja del mundo
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 26- 2, 2
Hermanos:
Fijaos en vuestra asamblea: no hay en ella muchos sabios en lo Humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas: todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los fuertes.
Aún más. ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta. Del modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.
Por Él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Y así -como dice la Escritura- “el que se gloría que se gloríe en el Señor”.
Por eso yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.
Palabra de Dios.
ALELUYA Lc. 10.3.10
Id y proclamad el Evangelio: Está cerca el Reino de los Cielos.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 1-12a
En aquel tiempo, al ver Jesús al gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar enseñándoles:
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la Tierra.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán
saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán «los Hijos de
Dios».
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino
de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan, y os calumnien de
cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Palabra del Señor.
Se dice Credo
ORACIÓN DE LOS FIELES
Confiados en la intercesión poderosa de san Vicente de Paúl, siervo fiel de los pobres y predicador incansable del Evangelio, presentemos al Señor nuestras súplicas:
– Por intercesión de San Vicente, escúchanos Señor
• Por la Iglesia, por el Papa, los Obispos y todos los que prestan cualquier servicio a la Iglesia. Para que sean fortalecidos por la vida, el ejemplo y la doctrina de san Vicente de Paúl. Roguemos al Señor.
• Por los niños de todos los pueblos. Esa multitud de inocentes que sufren en su carne y en su espíritu el rechazo de sus mayores, la violencia, la guerra, el martirio. Para que aprendamos que son ellos los que mejor representan al Hijo de Dios y en ellos servimos a Jesucristo. Roguemos al Señor.
• Por el mundo de la juventud comprometida. Jóvenes que piensan e imaginan el posible mundo nuevo, donde respirar verdades limpias y gozar de la felicidad rebosante. Para que descubran en nosotros la esperanza contra toda esperanza; la vida nueva que traerá la vida nueva. Roguemos al Señor.
• Por nuestros mayores, testimonio viviente de la generosidad de la vida, que se pierde por haberla dado para que otros la continúen disfrutando. Para que reciban de nosotros el respeto y el cariño que se merecen para culminar sus vidas sosteniéndose en las nuestras. Roguemos al Señor.
• Por todos aquellos que, de una u otra manera, se sienten: pobres, explotados, dominados, marginados… los enfermos, drogadictos, delincuentes, presos, vagabundos… para que encuentren en nosotros no sólo la caridad del corazón y de las palabras, sino que la manifestemos en las acciones, en el esfuerzo de nuestros brazos y en el sudor de nuestra frente. Roguemos al Señor.
• Por toda la Familia Vicentina para que nuestra sensibilidad sea más intensa; para que nos interpele todo lo humano; para que no nos domine la codicia de los bienes materiales; para que contribuyamos a acabar con la necesidad de los pobres. Roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que viniste a anunciar la Buena Nueva a los pobres y quisiste asumir nuestras debilidades, escucha las oraciones de los que hoy recordamos el ejemplo de abnegación y caridad de tu siervo Vicente de Paúl y concédenos avanzar por sus mismas sendas. Por Jesucristo nuestro Señor
O bien
Queridos hermanos y hermanas. Oremos juntos a nuestro salvador Jesucristo, con la plena certeza que nos da su palabra de ser escuchados cuando nos unimos en una misma intención. A cada súplica respondemos:
¡Cristo Evangelizador de los pobres, escúchanos!
– Cristo Jesús, San Vicente fue un hombre obediente a la Iglesia. Te pedimos por el Papa Francisco, por los obispos, sacerdotes, consagrados y laicos para que respondan generosamente a su vocación de evangelizar a todos los hombres, especialmente a los pobres.
– Señor Jesús, tu siervo San Vicente supo ser un agente promotor de la caridad inventiva. Danos un corazón que pueda ser generoso y compasivo frente a quienes sufren, para ayudarles y promoverles humana y espiritualmente.
– Rey de Justicia, nuestro padre Vicente se conmovió ante la realidad de guerra, violencia y desigualdad de su pueblo. Te rogamos por nuestra patria Colombia y los demás pueblos latinoamericanos, para que la paz se consolide mediante la justicia y la reparación, y para que los gobernantes generen espacios de solidaridad en los que todos se sientan cooperadores y receptores de los bienes que Dios nos ha regalado.
– Señor Jesucristo, San Vicente de Paúl fundó la Congregación de la Misión para servirte en los pobres del campo y formar buenos pastores para su evangelización. Te suplicamos por todos los jóvenes que se preparan en el mundo para ser tus ministros, para que sea tu Evangelio la ruta que oriente nuestro camino vocacional.
– Oh Salvador, nuestro santo fundador quiso servirte mediante su carisma involucrando a los laicos. Te pedimos por todos los miembros de la Familia Vicentina dispersos por el mundo, especialmente por quienes participamos de esta solemnidad, para que fieles al espíritu de San Vicente respondamos a los nuevos retos de este siglo con creatividad, solidaridad y amor efectivo.
Todas estas súplicas te las presentamos a ti Oh Cristo Evangelizador de los pobres, que vives y reinas por los siglos de los siglos, amén.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que concediste a san Vicente de Paúl la gracia de realizar en su vida lo que celebraba en estos santos misterios, concédenos, por la eficacia de este sacrificio, llegar a transformarnos en ofrenda agradable a tus ojos. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
San Vicente de Paúl, ejemplo y norma de celo apostólico.
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.
V/ Levantemos el corazón.
R/ Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/ Demos gracias al Señor nuestro Dios.
R/ Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación,
que te demos gracias
te bendigamos y te alabemos siempre,
Dios fiel y misericordioso,
en la solemnidad de san Vicente de Paúl.
Porque tú lo llamaste a seguir las huellas de tu Hijo,
a gastar su vida en la evangelización de los pobres,
y por él, inflamado en celo por la dilatación de tu reino,
nos diste el ejemplo y la norma de coraje apostólico,
para que, fortalecidos por tu Espíritu
e impulsados por tu caridad,
te entregáramos nuestras fuerzas y nuestra vida
procurando la salvación de los necesitados,
por Cristo Señor nuestro.
Por eso, ahora nosotros llenos de alegría,
con todos los ángeles y santos,
te aclamamos cantando con gozo:
Santo, Santo, Santo …
Antífona de comunión sal 106, 8-9
Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos los colmó de bienes.
O bien: Jn 13, 34-35
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos. Será que os amáis unos a otros.
ORACIÓN FINAL
Oh Padre que nos has alimentado con los sacramentos de la vida, concédenos que, a ejemplo de san Vicente de Paúl, y ayudados por su protección, imitemos a Jesucristo, tu Hijo anunciando el Evangelio a los más pobres. Por Jesucristo nuestro Señor.
BENDICIÓN SOLEMNE
V/ Que el Señor les muestre su benignidad
para que los que han celebrado con gozo
la solemnidad de san Vicente de Paúl
lleguen a ser imitadores de su caridad
y partícipes de su premio. Amén.
V/ Y el que les dio el mandamiento del amor mutuo
Les conceda renovar el espíritu de su vocación,
para que, concordes y unánimes en su amor,
gasten con alegría su vida en servicio a los hermanos. Amén.
V/ Para que, mostrándose al mundo como discípulos suyos.
promuevan la verdad y la justicia
y extiendan su reino de amor y de paz. Amén.
V/ Y la bendición de Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros y permanezca para siempre. Amén.
MUY buenas tardes y muchísimas gracias por tan valiosos subsidios e n nuestra fiestas Vicentinas que lindo esto nos ayuda aque nuestras celebración sean más agradables y dinámicas igual se anima la gente a participar en nuestros grupos Dios y nuestros Fundadores les bendiga
Gracias por compartir la Liturgia de nuestro Santo Patrón. Dios los siga bendiciendo.