El encuentro de Santa Laura Montoya con un vicentino que la sorprendió

El encuentro de Santa Laura Montoya con un vicentino que la sorprendió

La Madre Laura (la única santa colombiana de la Iglesia Católica) escribió su autobiografía, una verdadera obra de la literatura, donde cuenta todos sus viajes, diálogos, misiones y pensamientos. La Madre Laura tuvo varios contactos con las Hijas de la Caridad, en Cali (Colombia) y en Roma (Italia) principalmente. Pero en su voluminosa autobiografía solo habla de un encuentro con los Padres Lazaristas (Vicentinos) y este en Ibagué entre los años 1924-1926, cuando fue a visitar a Monseñor Pedro María Rodríguez Andrade (Segundo obispo de Ibagué entre los años 1924-1950).

Quedó tan impresionada con la humildad de los Padres Lazaristas que dedicó un párrafo para hablar de esa experiencia que la dejó atónita.

La Congregación de la Misión fue llamada a prestar el servicio en el Seminario de Ibagué en 1908 por petición de Monseñor Ismael Perdomo (primer obispo de Ibagué).

Cómo no tenemos seguridad en que año exactamente visitó la Hermana Laura Ibagué, tenemos la hipótesis de que la santa se encontró con el padre CLAUDIOM MERLE, CM, un vicentino de origen francés que era el superior del Seminario, según lo data un acta de una Asamblea Provincial del año 1925.

La humildad de este misionero, marcó a la Madre Laura, dejemos que ella misma nos relate como fue ese encuentro:

“Allí en Ibagué nos demoramos un día porque no llegó el equipaje. Pudimos saludar aquel día al señor obispo de la diócesis, monseñor Rodríguez y a los reverendos padres Lazaristas. Una fuerte impresión me causó uno de ellos, el rector del seminario, con la costumbre de bendecir a quien le pide la bendición, poniéndose ellos de rodillas. Me han dicho que es costumbre ésta de los reverendos padres Lazaristas. Bendigo su humildad tan edificante, pero qué duro es para la persona bendecida. Por mi parte quizás no volveré a pedírsela.”

Una hermosa anécdota que nos debe llevar a ser recordados no por la soberbia sino por la humildad, que consideró San Vicente de Paúl como la base fundamental para los que habían de dedicarse al servicio de Dios y de los pobres.

Equipo de Formadores del Seminario de Ibagué (1917 ?):

Por: Andrés Felipe Rojas Saavedra, CM

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