II VÍSPERAS
Himno
Enséñanos a amar Vicente de Paúl
al pobre nuestro hermano
como lo amaste tú. (bis)
No sabemos sufrir con los que sufren,
rehusamos llorar con los que lloran,
ignoramos la voz que nos suplica
y la mano que hambrienta nos implora.
Acallamos a veces entre rezos,
el clamor de los pobres que nos gritan,
con palabras de Cristo y su Evangelio
que sólo es el amor lo que da vida.
Vicente de Paúl que descubriste,
a Cristo desvalido entre los pobres,
que a la luz de tu vida descubramos,
que ellos son nuestros Amos y Señores.
Ant. 1. Feliz al que has elegido, Señor: habitará en tus atrios.
Salmo 14 – ¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 1. Feliz al que has elegido, Señor: habitará en tus atrios.
Ant. 2. Repartió y dio con generosidad a los pobres, su justicia permanecerá por siempre.
Salmo 111- FELICIDAD DEL JUSTO
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 2. Repartió y dio con generosidad a los pobres, su justicia permanecerá por siempre.
Ant .3. El Señor le concedió una gloria eterna y le hizo heredero de un nombre eterno.
Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant .3. El Señor le concedió una gloria eterna y le hizo heredero de un nombre eterno.
LECTURA BREVE
El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites.
RESPONSORIO BREVE
V. Dichoso el que cuida del pobre: en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.
R. Dichoso el que cuida del pobre: en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.
V. El Señor lo hará vivir feliz en la tierra
R. En el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Dichoso el que cuida del pobre: en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.
Ant. Saciaré de pan a los pobres de Sión, a sus sacerdotes los vestiré de salvación, y sus santos saltarán de alegría.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Saciaré de pan a los pobres de Sión, a sus sacerdotes los vestiré de salvación, y sus santos saltarán de alegría.
PRECES
Al recordar a San Vicente de Paúl con alegría, imploremos la bondad de Dios, para que despierte y renueve siempre en la Familia Vicentina el espíritu de nuestro Padre, y digámosle confiadamente:
Haznos auténticos testigos de tu amor.
Padre, que has revelado el misterio de tu amor en el Verbo hecho carne, enviado a traer el anuncio de la salvación para todos los hombres,
-haz que encontremos en nuestro mundo, evangelizadores capaces de anunciar y hacer efectivo tu Evangelio.
Concédenos un corazón sensible y abierto a las llamadas de las nuevas pobrezas de nuestro tiempo,
-para que, revestidos con el Espíritu de tu Hijo, vivamos el auténtico compromiso vicentino.
Tú que nos has dado a los pobres como signo de tu presencia entre nosotros y los has hecho nuestros maestros y señores,
-haz que, evangelizándolos con amor y respeto, seamos nosotros, también, evangelizados.
Haz que siguiendo a San Vicente de Paúl, sepamos descubrir en el amor la perfección de la ley,
-para que toda nuestra caridad revierta en bien de la paz y de la justicia.
Tu Hijo llamó a los apóstoles y a los discípulos para que, unidos a tu Espíritu, fuesen evangelizadores eficaces de tu Reino en medio del mundo,
-haz que en nuestras Comunidades seamos un sólo corazón y una sola alma al servicio del Evangelio.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Que quienes se esforzaron por reconocerte y amarte en los más pobres,
-lleguen a contemplarte, cara a cara, por siempre en tu Reino.
Porque nos llamamos y somos hijos de Dios, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
ORACIÓN
Señor Dios nuestro, que para la evangelización de los pobres y la formación del clero, infundiste en tu sacerdote San Vicente de Paúl las virtudes apostólicas, haz, te rogamos, que los que seguimos el ejemplo de su vida sintamos de continuo la urgencia de la caridad para perpetuar la misión de tu Hijo en el mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Demás horas:
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